El Narcotráfico: Nuevo Héroe Nacional

Confianza y gusto, es lo que Joaquín Guzmán Loera logra provocar con cada gran escape de un penal de máxima seguridad mexicano. La ciudadanía lo recibe con los brazos abiertos, fotografías y memes, con comentarios como: ¡Ya salió el que pondrá orden!; la ciudadanía festeja con gusto cada escape del afamado líder del narcotráfico, hoy nuevamente preso en el CEFERESO 9 de ciudad Juárez Chihuahua.

Esto ya es cotidiano, inherente a una sociedad que no confía en sus autoridades ni cuerpos policiacos. No es culpa de nadie, es culpa de algo: Falta de resultados y abuso de autoridad; es indiscutible, no se necesita ser un experto en la materia para saber, que los mexicanos nos sentimos inseguros cuando un policía nos detiene.

El día de ayer, iniciaron los operativos de la Policía Estatal Preventiva en nuestro municipio ¿Cuál fue el impacto social? A continuación algunos comentarios:

“Solo vienen a asaltar alas viviendas”, “…eyos son los delincuentes”, “Escondan todo el dinero por se los quitan”- Comentarios en @CodicePeriodico.

Asombroso, pero cierto, el sentir ciudadano generalizado es que nuestros cuerpos policíacos no son de fiar.

¿Qué pasó gobierno? Parece ser que de pronto la ruta del oportunismo y la impunidad dirigen a sus representados, a un penumbroso abismo  de inconsolable coraje de dónde será casi imposible sacarlos con buenas propuestas, promesas sin cumplir y esos pequeños detalles de los que nuestra historia contemporánea está llena.

Hoy me quedo con un sabor de boca amargo, porque quienes deberían ser vistos como héroes, son estos que a pesar de los malos salarios, pésimas prestaciones y pobres capacitaciones, como quiera que fuere, ahí están recibiendo balas por nosotros. (No sé si 17,000.00 pesos al mes valga una vida)

¿Qué hace un hombre con hambre? Roba, ¿Qué hace un policía insatisfecho?…Quizás muchos lo hemos vivido, lo sabemos de primera mano.

¿Quién tuvo la culpa, dónde comenzó todo esto? Yo creo que fuimos varios, yo creo que somos muchos los que debemos adjudicarnos responsabilidades. Creo que como sociedad nos hace mucha falta exigir más que solamente números, creo que hace falta saber presionar a nuestros gobernantes; pero también nos hace falta ser mucho más coherentes: ¿Cómo exigir policías honestos si nosotros mismos ejercemos la corrupción?

Pareciera que en México nacemos sabiendo que ha nuestros policías podemos sobornarlos, lo que implica que si quién está ahí para hacer valer la ley puede volverse ciego y sordo con 200 pesos ¿Entonces qué podemos esperar de quiénes las crean, las modifican y las votan?

Por otra parte, parece ser que el sensacionalismo de la tendencia grupera (No todos, pero bien sabemos quiénes), “narco fashionista”; ha creado una quimérica imagen o idea en los ciudadanos de que aquellos “héroes” de las canciones, seguramente pueden hacer mejor el trabajo de cuidarnos.

Al final, la realidad es aún más triste, porque en esta carrera de muertos y balas, parece ser que los ciudadanos vivimos a merced de nuestra suerte y no de una seguridad tangible. ¿Y usted qué opina?

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