Hace unos días se informó que las oficinas del registro civil suspenderían el servicio debido a fallas en el sistema y se solicitó la comprensión de la ciudadanía por las molestias que ello pudiera ocasionar. Las fallas en el sistema del Registro Civil de Tecate, no son la excepción, sino parte de una constante de fallas globales en los sistemas.
Como ciudadanos tenemos que adaptarnos a esos sucesos repentinos, ser pacientes y mesurados en nuestros reclamos pues muchas veces la solución no se encuentra al alcance de un click, de un reinicio de sistema. La tecnología falla, sólo hay que esperar que el Estado apoye con un poco más de infraestructura informática a nuestra ciudad para poder prevenir, hasta cierto punto, dichas fallas.
Los sistemas -en este caso bases de datos- suelen sufrir fallas esporádicas que muchas veces son ajenas a manipulación humana. Oscar Martínez, experto en la materia con una amplia experiencia en la restauración de sistemas, comenta “primeramente tienes que conocer un poco el funcionamiento, después tienes que entender que alguna característica de la tecnología es que simplemente falla algunas veces” agregando que existen dos tipos de fallas: las locales y las generales.
Ambos tipos de fallas pueden suceder en cualquier momento, se pueden presentar los famosos CRASH o caídas del sistema, lo que afecta a transacciones locales e incluso globales, que implican complicaciones de mayor escala.
Las fallas pueden estar relacionadas con el almacenamiento (servidores), el mal servicio de energía eléctrica, catástrofes e incluso a EMP (pulsaciones electromagnéticas) estas últimas siendo cuando todo un sistema se colapsa y se pierde toda la información afectando al hardware y software que tendrían que ser remplazados.
La situación por la que pasó Tecate también ha sido experimentada en ciudades como Guadalajara, Aguascalientes, Villa Hermosa y Toluca, por eso mismo al aprendizaje debe de ser: que la tolerancia, el entendimiento y el respeto son fundamentales para una buena convivencia y que la tecnología nunca podría suplir la adaptabilidad humana.