El Nuevo PRI

La evolución que ya se tardó

El Nuevo PRI, las viejas costumbres y su futuro

Se sabía desde hace mucho.

Muchos lo vieron desde hace décadas. Algunos hasta genuinamente quisieron comenzar la transición en el tricolor. Y no, no me refiero solamente a Colosio.

Pero las malas mañas tardan mucho en morir. Por algo dicen lo que dicen de la famosa mala hierba que nunca muere.

Ya es de todos sabidos que por muchos años se ha estado hablando de un “nuevo PRI”. Sin embargo, como muchos críticos externos (y uno que otro interno) siempre han señalado, esa renovación no ha terminado de verse, ni siquiera “por encimita” en el partido que por tantos años fue el hegemónico en todo el país.

Cual corroborando (como todo en la vida tarde o temprano) la teoría darwiniana de la evolución de que no es el más fuerte el que sobrevive, sino el que se adapta más rápidamente a los cambios en su medio ambiente, al PRI le está pasando lo que a los verdaderos dinosaurios.

Y es que el medio ambiente de la política mexicana ha estado cambiando (aunque muy lentamente) en las últimas décadas.

Así que necesita evolucionar. De verdad. Y rápido.

Sin embrago los políticos de siempre nunca lo quisieron aceptar.

Y siguen sin aceptarlo hasta la fecha.

Y el PRI lo está terminando de corroborar con los resultados de las últimas elecciones en todo el país.

Lo extraño es que, específicamente en Baja California, esa transición lenta de nuestra democracia en pañales ya había comenzado desde antes que en el resto del país. Pero, como bien lo dicta la negación de quienes están malacostumbrados a las técnicas del pasado, el tricolor bajacaliforniano se negó a hacer las cosas diferente desde que comenzó la alternancia.

Para bien y para mal, las técnicas, los enfoques y los políticos de antes ya no son efectivos. Y los jóvenes (al menos algunos*) lo han sabido desde hace tiempo. Sin embargo los “viejos” se negaron a escucharlos.

Como bien ha estado apuntando desde sus inicios en el liderazgo de los jóvenes del PRI, el dirigente mismo de lo que antes era el Frente Juvenil Revolucionario (hoy RJXM), Cristopher James Barousse, acepta que no se puede seguir con la política tradicional dentro del Revolucionario Institucional. Y para el caso dentro de todos los partidos con suficiente historia detrás de ellos.

Sin embargo, a pesar de que muchas voces rojiverdes han proclamado la necesidad y las ganas verdaderas de un cambio en el enfoque del partido, los encargados de las riendas lo más que hicieron fue darle un poco de libertad a los jóvenes. Libertad que de poco les serviría a unos cuantos que vieron venir desde hace tiempo la necesidad de adaptación a los cambios en el ambiente… y no solamente en las redes sociales web.

Libertad que solo les dieron para “taparle el ojo al macho”.

Y el ejemplo bajacaliforniano está corroborando que los “viejos” se niegan a aceptar que su política ya no funciona.

Inclusive aún cuando la presión circunstancial permite a unos cuantos que no siguen al 100% las viejas prácticas tener libertad de intentar cosas nuevas, no son apoyados por quienes insisten en “no arriesgarse”.

Inclusive (y peor aún) cuando algún emergente líder por mérito propio puede llevar a cabo un nuevo tipo de política, la cola del dinosaurio que pesa sobre sus espaldas es tan grande que no le permite avanzar.

Le pasó a James Barousse así como a muchos jóvenes (y no tan jóvenes) priistas más: “tú nos caes bien, pero eres del PRI… y tus antecesores siguen haciendo las cosas mal”.

Así que, la pregunta sigue siendo: ¿qué necesita pasar para que la vieja política que cada vez funcionará menos, deje de existir?

¿En realidad un nuevo presidente del partido con (se espera) distinta visión podrá por fin obligar a los que lo niegan a hacerse a un lado?

Porque, aceptémoslo, las malas mañas la mayoría de las veces solo mueren con sus practicantes.

¿Podrá Enrique Ochoa hacerlos a un lado? ¿En realidad él si tendrá las libertad que se necesita?

¿Ya aceptaron las grandes cúpulas lo que viene de arriba?

Porque el meteoro ya está por tocar superficie. Se ha estado acercando lenta pero inexorablemente.

Y, como dice James Barousse, “el cambio debe ser profundo“.

Evolucionar (de verdad) es lo único que queda.

La otra opción ni a “los viejos” le conviene.

 

*NOTA: Antes que todos los jóvenes del PRI se sientan incluidos como “no viejos”, hay que aclarar que muchos jóvenes priistas heredaron e insisten en seguir las prácticas de los viejos. Algunos incluso se sienten con suficiente capacidad si tener aun las tablas suficientes, lo cual solamente seguiría fomentando que la evolución de su partido sea más tardada. Además, también hay que reconocer, no todos “los viejos” piensan como viejos. Aunque son muy pocos estos últimos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Predial 2025