Los líderes y el estrés
La humanidad siempre ha necesitado líderes. El concepto y las formas de liderazgo pueden haber sido diferentes durante la historia de la humanidad, más sin embargo siempre han existido. Es naturaleza humana.
Podrán llevarse a cabo extensas discusiones sobre lo que es el liderazgo y cómo se ejerce (o debe ejercerse), pero nadie puede poner en duda ciertas características que todo líder debe tener.
Y una de las principales es que debe saber manejar el estrés.
Si te estresas, no eres líder
Desde los inicios de nuestra especie, los líderes han sido quienes controlan sus niveles de cortisol.
El cortisol es una hormona básica que controla distintas funciones de nuestro organismo. Al igual que la dopamina, las endorfinas y otros químicos, el cortisol es catalizador de reacciones y sentimientos que a través de la existencia de nuestra especie y nuestros ancestros, ha funcionado para fomentar nuestra supervivencia.
Una de las formas en que funciona es que el cortisol es la hormona que fomenta el sentimiento de estrés. Y, auqnue nuestra actual imagen del infame estrés es negativa, la realidad es que sin estrés la humanidad existiría hoy.
El cortisol, entre otras funciones, es lo que programa y pone en acción nuestra respuesta de “ataca o huye”.
Así que nuestros ancestros no hubieran reaccionado al estrés de distintas situaciones gracias a los efectos del cortisol en su organismo, lo más seguro es que hubieran sido devorados por algún depredador o hubieran tomado decisiones mortales, impidiéndoles tener una descendencia exitosa.
Sin embargo, el estrés en niveles anormales resulta contraproducente.
El estrés y las decisiones
Amy Cuddy, profesora de psicología social en la Harvard Business School y experta en lenguaje no verbal, lo pone de manera simple:
“La gente poderosa es más asertiva. Físicamente existen grandes diferencias entre los líderes y los seguidores. Una de esas diferencias es en los niveles de testosterona y cortisol. Los machos alfa (en otras palabras, los líderes de una especie) tienen altos niveles de testosterona y bajos niveles de cortisol”, explica la investigadora.
Esto se traduce en la capacidad de los líderes (sean hombres o mujeres), de estresarse menos y mantener la capacidad de decidir más activamente en situaciones críticas.
Y esto es precisamente lo que un grupo (o una comunidad) necesita que su líder haga: no depender solamente de su capacidad dominante (o de su poder), sino también de su capacidad de decidir en momentos estresantes.
“Sabemos que en la jerarquía primate, cuando un Beta toma el papel de Alfa, sus niveles de cortisol bajan y sus niveles de testosterona suben”, resume Cuddy.
Y lo mismo pasa con los humanos.
Así que en pocas palabras: un líder no debe estresarse. Al menos no fácilmente.
Después de todo, es en gran parte por lo que existen.
¿Conoces líderes estresables? Probablemente necesiten trabajar en sus niveles de cortisol.
Nelson Razo es especialista en Branding, Marketing Digital y Comunicación Institucional, y publica sobre esos temas en nelsonrazo.com