Donald Trump: el nuevo presidente de un país dividido
Donald Trump asumió este viernes la presidencia estadounidense en una ceremonia en el Capitolio de Washington.

Antes de pronunciar el juramento, Trump acudió a un servicio religioso en la Iglesia Episcopal de San Juan y fue recibido por los Obama en la Casa Blanca.

En la ceremonia de asunción, estuvieron presentes los exmandatarios de ese país que siguen vivos, con excepción de George H. W. Bush y su esposa Barbara, quienes fueron hospitalizados el miércoles y cuya condición es estable.
En el estrado también se encontraban Bill y Hillary Clinton, la rival electoral de Trump. El presidente no les dio la mano cuando saludó a los otros exmandatarios y ex primeras damas.


Trump convocó a decenas de miles de personas, aunque no alcanzó el récord impuesto por Barack Obama en su toma de posesión en 2009.
Tras la ceremonia, algunos manifestantes intentaron bloquear el paso sobre las avenidas por las que está planeado el recorrido de la caravana presidencial, y la policía respondió con gas lacrimógeno.
Una vez que la toma de posesión terminó, los Trump, el vicepresidente Mike Pence y su esposa, Karen, acompañaron a los Obama a que abordaran un helicóptero de la Marina que los llevó a la base militar Andrews, en Maryland.
Los Obama después partieron camino a California para unas vacaciones.
Trump, por su parte, firmó una serie de órdenes ejecutivas en su primer acto como presidente. De acuerdo con el nuevo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, las órdenes fueron para avalar las nominaciones para el gabinete y algunas embajadas, que todavía deben ser confirmadas por el Senado de Estados Unidos, y para crear el Día Nacional del Patriotismo.


Durante su desfile sobre la Avenida Pensilvania, donde se ubica la Casa Blanca, Trump se quedó dentro del vehículo presidencial, apodado “la Bestia”.