¿Qué hay detrás del caso de los que intentaron cruzar a bebé muerta?
Mary Mercedes Becerra de 43 años de edad y John Lewis Hartley de 39 años de edad, residentes de Whittier California, es la pareja que intentó cruzar por la garita de San Ysidro a una bebé muerta dentro de una maleta.
Medios estadounidenses afirman que se trataba de una niña de 2 años, que estaba dentro de la maleta que portaba Becerra y que fue al momento de cuestionarle lo que llevaba en ésta, cuando la mujer huyó de la aduana, por lo que en ese mismo momento Hartley, quien también trato de huir, fue detenido y arrestado por elementos del ejercito mexicano.
La mujer fue detenida después y ambos fueron entregados a las autoridades de San Diego en donde son investigados por la unidad de homicidios del departamento de policía en conjunto con investigadores de Whittier. Hasta el momento todavía no hay claridad acerca de cómo murió la menor, sin embargo, se presume que no tiene relación alguna con la pareja por lo que también se trabaja para encontrar a los padres de la menor.
En éste momento los dos sospechosos de asesinato en primer grado y crueldad infantil, se encuentran en la cárcel y esperan su juicio que será el día de mañana (12.08-2016); la causa de muerte sigue esperando a ser definida después de la autopsia.
Alrededor de este caso se han levantado varias especulaciones acerca del objetivo de la pareja de introducir el cuerpo a territorio mexicano: una es tratar de esconder el cuerpo para que así su detección e investigación, en caso de haberse cometido un crimen, hubiese sido difícil o imposible y la otra es la venta del cuerpo, pero ¿Para qué? algunos especulaban la venta de los órganos, sin embargo, al encontrarse el cuerpo sin vida, los órganos comienzan también a descomponerse.
Por increíble que parezca existe en el mundo la industria de la compra de cuerpos sin vida que son utilizados para diversos fines entre los que se encuentra el canibalismo, una practica que estaba aparentemente ausente en algunos países pero que ha surgido en países como la India dónde se han registrado casos de cuerpos ya sin vida que son ingeridos por la creencia de que un hombre muerto es materia y recurso espiritual, o como el caso de dos hermanos paquistaníes que robaron cadáveres para comerlos… pero no hay que ir tan lejos.
A nivel mundial existe toda una industria lucrativa que trafica cuerpos sin vida para utilizar partes del mismo, como la piel, tendones, dientes, córneas, ligamentos, con el fin de ser transplantados en el caso, por ejemplo, de alguien que ha sufrido quemaduras, que es ciego o con fines de comercio como la creación de cremas antiarrugas.
De acuerdo con The International Consortium of Investigative Journalists, Estados Unidos es el “mayor proveedor y el mayor mercado” de productos que se obtienen a partir del tejido humano, sin embargo, el mayo reto es el que Mary Mercedes Becerra y John Lewis Hartley trataron de llevar a cabo que es el cruce de los cadáveres por las fronteras, no sólo la de México, sino las del mundo en dónde se han documentado casos de eslovacos que introducen cuerpos a Alemania, de coreanos a México y de estadounidenses a más de 30 países.
La cuestión en este caso es, si esto es un negocio ¿Por qué sólo un cuerpo? ¿Era una práctica recurrente de la pareja? ¿Habrían tenido contacto con alguna persona en México para hacer entrega del cuerpo? o en todo caso ¿sería más factible la versión de ocultar la evidencia de un crimen que perpetraron? Pues al querer cruzar una de las fronteras más controversiales del mundo, bajo estas circunstancias, su forma de ejecución no supone demasiada inteligencia o por lo menos experiencia y aunque este caso en especifico se vio frustrado por los agentes aduanales surge la duda de ¿Qué tan común o recurrente es este tipo de actos? lo que también nos lleva a cuestionar un tema más grande que es la seguridad en la frontera México-Estados Unidos por la que se cruzan drogas, armas, etc.