Hotel clausurado tenía dos años sin permisos

El hotel clausurado en Tecate llamado Kumiai Inn, tenía dos años sin permisos operando de manera irregular, según la versión oficial.

No contaban con el permiso de operaciones municipal que debe tener todo comercio local, operaban 3 diferentes giros de bebidas alcohólicas con un solo permiso.

Además el permiso de venta de alcoholes ni siquiera pertenece al Hotel Kumiai, pertenece al hotel aledaño, Estancia Inn, presuntamente del mismo dueño del hotel clausurado.

Recientemente clausuraron el comercio del asesor panista que operaba sin permisos y de manera irregular.

En esta ocasión le tocó a uno de los grandes empresarios conocidos de la ciudad, lo que indica que no habrá privilegios para nadie.

Asimismo, se clausuró otro negocio de otro funcionario público denominado La Cubana, precisamente por no contar con la documentación en regla.

Este tipo de clausuras han causado cierta controversia, pero de hacerse de la vista gorda, los funcionarios estarían incurriendo en irresponsabilidad y hasta complicidad de los deudores.

Una de las promesas de campaña del edil tecatense fue precisamente hacer que los que más tienen y grandes deudores paguen.

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Todos los pequeños y medianos comerciantes que pagan responsablemente, no tendrán este tipo de situaciones que ayer se presentó con quienes no cumplen con sus obligaciones.

Se estima que habrá algún tipo de réplica de parte de la empresa infractora, sin embargo, eso no le exime de sus responsabilidades legales para operar debidamente.

Así lo indicó el funcionario de Recaudación de Rentas.

El Hotel Kumiai cuenta con un letrerito tamaño carta poco visible, que dice en inglés y español, ‘Fuera de servicios, disculpe las molestias’.

No obstante, en la página web del hotel se sigue recibiendo reservaciones para eventos, promoviendo el Bar Ocho, Sky Bar, salones, cenas y eventos diversos.

Todo esto sin que exista ningún letrero o anuncio que diga que están fuera de servicio.

Es decir, siguen operando a pesar de saber que no cumplen con el reglamento municipal para operar, sabiendo que no habían pagado el permiso anual de operaciones.

La venta de bebidas alcohólicas las hacían con un solo permiso para 3 distintos giros que pertenece a otro establecimiento ligado a los dueños del Kumiai.

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